La Ley 3/2023 de Empleo estableció que, a partir del 1 de marzo de 2023, las personas con incapacidad permanente en grado total, absoluta o gran invalidez recibirán automáticamente un 33% de discapacidad para ciertos efectos, lo que les permite acceder a los mismos beneficios y oportunidades laborales que las personas con discapacidad certificada. Esta medida facilita su inclusión en el mercado laboral protegido, permitiéndoles trabajar en centros especiales de empleo y acceder a plazas reservadas para personas con discapacidad. Esta modificación devuelve una importante ventaja que había sido retirada por el Tribunal Supremo en 2018.